Hotel Applinger Farm
Servicios principales
-
Wi-Fi gratis
-
Spa y relajación
-
Prohibido fumar
-
Aire acondicionado
-
Mascotas
Ubicación
Situado a 15 minutos en coche de Gathering Glass Studio, el Applinger Farm Hotel Ashland dispone de vistas al jardín. Dispone de WiFi en zonas comunes, además de un aparcamiento privado gratuito cerca.
Esta pensión se encuentra a 20 km del aeropuerto Medford y a 7 km de distancia de atractivos culturales como Ashland Library. Un destino popular en Ashland es Chuck Roberts Park, que está a una distancia de unos 10 minutos en coche. El hotel está situado a un par de minutos en coche del valle de Rogue. El Applinger Farm Hotel está situado aproximadamente a 10 minutos en coche del Bear Creek Greenway.
Además de zona de estar y una zona de comedor, las habitaciones en el lugar están equipadas con TV de pantalla plana con canales vía satélite. Los baños están equipados con ducha a ras de suelo y un inodoro separado de la ducha, además de secador de pelo y albornoces. Las habitaciones de este hotel disponen de almohadas hipoalérgicas, almohadas no alergénicas y almohadas de plumón hipoalergénicas.
Reseña de un crítico de hotel
Recientemente tuve la oportunidad de disfrutar de una escapada a Applinger Farm, un verdadero rincón de paz en medio del hermoso paisaje de Ashland. Desde el primer momento, Lisa, nuestra amable anfitriona, nos hizo sentir como en casa, dejando detalles encantadores como galletas caseras y agua fresca en la nevera. El alojamiento cuenta con una decoración acogedora y ultra limpia, equipada con todas las comodidades necesarias, incluyendo un espacio de cocina y un baño privado con una ducha revitalizante. La guinda del pastel fue el jacuzzi, que resultó ser perfecto para relajarse después de un día explorando la zona. Los jardines son un espectáculo en sí mismos, con una mezcla de flores y árboles frutales que realmente embellecen el lugar. Pasar tiempo con los caballos, sobre todo con Bubba, fue una experiencia extraordinaria que valoro enormemente, acompañada de un toque de diversión y cariño. Aunque un ligero ruido de la carretera era perceptible, nada opacó la serenidad del entorno. Sin duda, tengo ansias de volver, quizás en compañía de amigos que compartan mi pasión por la gastronomía y la buena vida.